Un vistazo a una realidad común
Imagina a Sofía, una joven talentosa y llena de sueños que acaba de terminar la universidad. Aunque su trayectoria académica fue impecable, Sofía enfrenta ahora un problema que no estaba en ningún examen: administrar su primer salario, lidiar con gastos imprevistos y tomar decisiones financieras que impactarán su futuro.
Sin habilidades para presupuestar, ahorrar o invertir, su camino hacia la independencia económica se convierte en un reto constante. Sofía, como muchos otros jóvenes en México, se enfrenta a un sistema educativo que no la preparó para los desafíos financieros del mundo real.
Esta historia, aunque ficticia, refleja la experiencia de miles de jóvenes, y fue precisamente esta realidad la que inspiró la creación de La Prepa Libre de Negocios.
La necesidad de una educación diferente
Hace algunos años en Querétaro, un grupo de padres empresarios identificó una importante brecha en el sistema educativo tradicional: la falta de educación financiera práctica. Sabían que las generaciones futuras necesitarían más que una buena calificación para construir una vida estable y próspera.
Decididos a cambiar esta realidad, diseñaron una institución única que combinara excelencia académica con habilidades prácticas para la vida diaria. Así nació La Prepa Libre de Negocios, la primera preparatoria en México enfocada en brindar a los jóvenes herramientas financieras y de desarrollo humano esenciales.
¿Por qué es importante la educación financiera?
La falta de educación financiera puede tener consecuencias reales y cotidianas para los jóvenes en México, como:
- Mala administración del dinero recibido de sus padres o su primer salario, lo que los lleva a depender de préstamos familiares o a quedarse sin recursos antes de fin de mes.
- Falta de ahorro para emergencias, como gastos médicos, reparaciones o eventualidades que pueden poner en riesgo su estabilidad.
- Inversiones mal informadas o caídas en fraudes financieros, como esquemas piramidales o negocios de “dinero rápido”.
- Dificultad para iniciar un negocio propio, al no contar con conocimientos básicos de costos, ingresos o planeación.
Estos retos no solo afectan su economía, sino que generan inseguridad y estrés, limitando sus oportunidades de crecimiento personal y profesional.